En el distrito parisino de Clichy-Batignolles, la construcción del Palacio de Justicia se está completando de acuerdo con el proyecto del Taller de Construcción de Piano Renzo. La apertura está prevista para abril del próximo año.
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Hace unos años, el ambicioso complejo judicial de 160 metros causó insatisfacción tanto con los defensores de la imagen arquitectónica de París como con los abogados, que no querían trasladarse desde el centro histórico a las afueras. Pero, a pesar de las protestas y las paradas de construcción, el proyecto, que permitirá concentrar todas las divisiones del poder judicial en un solo lugar, está casi terminado a tiempo. Disparar al famoso fotógrafo de arquitectura Sergio Gracia (Sergio Grazia) le permite evaluar el resultado.
La torre alta y estrecha (su ancho es de solo 35 m) está compuesta por cuatro volúmenes rectangulares que disminuyen gradualmente y se ensamblan en la "cresta" de los ascensores panorámicos externos. Los bancos resultantes se convierten en cómodas terrazas con una superficie total de aproximadamente una hectárea. Para su paisajismo utilizaron unos 500 árboles.
Los arquitectos enfatizan que la altura del volumen más bajo de 27 metros recoge simbólicamente el nivel de los edificios parisinos desde la época del barón Osman. La entrada es a través de una plaza de unos 6000 metros cuadrados. El volumen en sí tiene capacidad para 3 atrios a la vez (uno grande en 4 pisos y dos más pequeños, pero a la altura máxima) con 50 mostradores de registro, para que los visitantes no tengan que esperar mucho su turno. Arriba hay 90 salas de tribunal. El segundo volumen está ocupado por las oficinas de los jueces de paz y los secretarios, el tercero se entrega a la oficina del fiscal y, en el último cuarto, se concentran las oficinas de los jueces presidentes. Un sistema de comunicaciones internas bien pensado permite que todos los empleados de los pisos superiores se encuentren rápidamente en cualquiera de las salas de reuniones.
Una doble fachada de vidrio en todas las partes del edificio es un símbolo obvio de la transparencia y apertura de la justicia parisina, pero al mismo tiempo es una herramienta eficaz que proporciona un alto nivel de iluminación y ventilación natural. El uso de la inercia térmica del edificio, la instalación de paneles solares adicionales en las fachadas y la organización de la recolección de agua de lluvia permitieron lograr una alta eficiencia energética del nuevo complejo.