En 2017, el jarrón Aalto (Savoy) celebró su 80 aniversario y hoy es el accesorio más reconocible inherente al estilo de diseño de interiores escandinavo.
Profundizamos en sus historias y descubrimos por qué es tan popular.
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En 1936, las fábricas para la producción de vajillas Karhula e Iittala organizaron una competencia entre los diseñadores de vidrio. La pareja de Aalto presentó sus bocetos de productos de vidrio, 10 de los cuales ya se colocaron en el transportador de producción en masa en 1937. Pero lo mejor de estos bocetos fue reconocido como un jarrón de vidrio de forma asimétrica y ondulada, que hoy en día es el accesorio más reconocible en los interiores de estilo escandinavo.
El nombre original del jarrón sonaba como pantalones esquimales. Luego, durante mucho tiempo, se llamó Vaza Savoy (Saboya), ya que Alvar Aalto lo diseñó para el interior del restaurante del mismo nombre. Y solo años después, el famoso accesorio comenzó a llevar el nombre (o más bien, el apellido) de su creador.
Alguien ve en este jarrón la costa del mar, alguien con la imagen de Finlandia con sus numerosos lagos. Pero pocas personas saben que el primer jarrón de Aalto debe su forma a una forma única de creación: varios palos de diferentes diámetros se pegaron al suelo, sobre los cuales "colgó" el vidrio al rojo vivo. En el proceso de enfriamiento, se deformó y adquirió su forma tan reconocible. Hasta ahora, cada jarrón Aalto se fabrica a mano y se coloca en el mercado europeo desde 93 euros.
La singularidad y, como resultado, la popularidad del jarrón Aalto se debió al replanteamiento conceptual de la esencia del objeto en el espacio doméstico. Los jarrones Aalto eran al mismo tiempo prácticos, estéticos y llevaban en sí características del arte abstracto.
Hasta ahora, los jarrones Aalto no pasan de moda, los diseñadores los utilizan activamente en el diseño de salas de estar, dormitorios e incluso salas de estudio. Tras convertirse en un símbolo de una nueva era en la historia del diseño de interiores, la forma del jarrón Aalto se encuentra ahora mucho más allá de su producción: en latas de hielo, tablas de cortar, acuarios.
Pero quizás el hecho más sorprendente y más triste en la historia de un jarrón Aalto es el hecho de que su creador, más de 80 años de popularidad de su creación, no ha recibido un solo centavo de sus ventas. Dado que el boceto de Aalto era un trabajo competitivo, todos los derechos de uso aún pertenecen a la fábrica de Iittala.
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