Tira de la cuerda

Encajes en diseño de muebles.

Pasando la galeria

Encabezamientos principales: Karina chumakova

Diario: N6 (128) 2008

Los fabricantes de muebles, al igual que los sastres, siempre se esfuerzan por ocultar las huellas de su trabajo: las costuras deben ser invisibles, remachadas, ocultas y las uniones indistinguibles. El cordón rompe estas reglas, exponiendo el interior de las cosas, de lo cual se vuelven aún más deseables.

El cordón de moda ahora causa una variedad de asociaciones: algunos ven en él un atributo de estética de boudoir, otros, un elemento de indignación punk. Para algunos, ella parece provocativa y franca, y para alguien, artesanía y hogareña. En cualquier caso, vale la pena considerarlo como un elemento de decoración que puede revivir y refrescar incluso lo más serio.

Hablando en sentido figurado, el cordón es la "plenitud". Junto con los botones de madera, era un tipo versátil de cierre, no menos funcional que las modernas cremalleras y velcro. Además, partes de la ropa que ahora son inseparables del conjunto en nuestra conciencia (por ejemplo, las mangas o el dobladillo de un vestido) también estaban atadas y existían como si estuvieran en un hilo vivo, lo que hace que sea más fácil ajustar la figura, lavar y reparar.

Ahora, tanto en ropa como en muebles, el encaje es un elemento más bien decorativo que funcional. En contraste o en tono, acentúa el corte de las cosas, ya sea un corpiño corsé o una pantalla de lámpara. Real o falso, hecho de cordón grueso o cintas de satén, expone la estructura del objeto, conectando sin peso partes del todo y como si insinuara que esta historia puede continuar.

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